sábado, 10 de noviembre de 2012

Fingir que no duele, duele el doble

Seamos sinceros: ¿De verdad crees que a alguien le importa? Y precisamente a los que se fueron aún sabiendolo, no crees que es precisamente a quienes menos les importa todo eso que te pasa? ¿Cómo nos gusta vivir aunque sea de vez en cuando esa sensación de que eres tú la razon de un día alegre para otros si tarde o temprano la caída es mayor hasta el suelo de la realidad? ¿Porqué las alas para volar por el cielo y llegar a las nubes si podemos desear traernos el cielo con nosotros? Siempre aspiramos a lo imposible, soñamos con lo que no puede ser, y con lo que es imposible de tener. A la vez que nos metemos en el papel de ser alguien, cuando ni siquiera has empezado a plantearte de qué manera se llega al punto de ser alguien, y ademas alguien admirado

No hay comentarios:

Publicar un comentario