domingo, 30 de septiembre de 2012

.

Tengo la teoría de que el exterior de las personas es el espejo del alma. Por lo que viene a ser el resultado de su personalidad, incluso de sus sentimientos. Aunque una vez que sientes algo que no quieres hacer saber a los demás, no te queda otra que aparentar. Pero si eres de espíritu alegre, de alma fuerte, y de ganas de vivir, se supone, que no te ha de ser díficil responder con una sonrisa, cuando lo que sientes es que se te cae el mismo mundo encima. Y aunque sea por una vez, quiero que me conozcan por mi imagen, porque aun siendo alegre, fuerte y con ganas de vivir, aora mismo siento que todo eso es tan solo una apariencia. Por eso te pido, que cuando vengas a conocerme en tiempos como estos, te guíes por mi sonrisa, y no por lo que te diga, porque no quiero que me conozcan cuando estoy bajo tierra y intentando levantar cabeza cuando no paso de la altura de la suela de un zapato sino cuando sonrío a carcajadas, con la cabeza bien alta y sin ningún tipo de complejos ni problemas acechandome

No hay comentarios:

Publicar un comentario